Es agradable cuando las palabras se liberan sin control. Siento que perdí esa capacidad hace años... todo pasa por una sutil censura para que no se vaya a notar demasiado la pasión que me quema por dentro. Porque no sería justo, las cosas están bien... están "bien"
A veces pienso que solo la tristeza me brinda esos momentos de libertad, la censura se va y solo me brota dolor por los ojos, por los poros, por los dedos. La vida es injusta y yo soy parte de ella. Me juzgo por mi sentir, intento dormir mi dolor, no molestemos tristezas mías, no ahora, no hoy... quizás después; cuando el día vuelva a encenderse y en la soledad de este padecimiento me permita maldecir la existencia. Porque es injusta, porque duele, porque la vida entera no trae más que decepción y sufrimiento.
Tengo adentro una voz que parece no ser mía, que contesta a cada declaración con el profesionalismo que otros le enseñaron, una voz patética, que intenta ser positiva y sacarme de esto cuando lo único que quiero es matarla de una vez y entregarme de lleno a todo lo que siento.
Ojalá pudiera uno acallar esas voces, los miedos, los juicios, los que no vienen de otra parte más que de nosotros mismos. Esos son los peores, esos son los que carcomen por dentro, lentos, silenciosos, certeros. Solo nosotros sabemos que están allí dentro, roen mientras vas al trabajo, roen cuando saludas a los compañeros, roen al despertar cada mañana. No necesitan palabras, no necesitan que pienses en algo, no necesitas siquiera que sepas que están ahí, pero un día, un momento de debilidad y se muestran como un monstruo que ha devorado tu pecho, tu hombro, tu ojo izquierdo... cierras los ojos, respitas profundo, escuchas la voz profesional que te dice que no todo está mal, hay belleza en el mundo, ¿recuerdas que bien lo pasaste esa noche jugando? calma... respira profundo, tienes tu ojo, tu hombro, tu pecho...Volvamos a la neblina censuradora, no digas esas cosas, que injusta has sido...
A veces pienso que solo la tristeza me brinda esos momentos de libertad, la censura se va y solo me brota dolor por los ojos, por los poros, por los dedos. La vida es injusta y yo soy parte de ella. Me juzgo por mi sentir, intento dormir mi dolor, no molestemos tristezas mías, no ahora, no hoy... quizás después; cuando el día vuelva a encenderse y en la soledad de este padecimiento me permita maldecir la existencia. Porque es injusta, porque duele, porque la vida entera no trae más que decepción y sufrimiento.
Tengo adentro una voz que parece no ser mía, que contesta a cada declaración con el profesionalismo que otros le enseñaron, una voz patética, que intenta ser positiva y sacarme de esto cuando lo único que quiero es matarla de una vez y entregarme de lleno a todo lo que siento.
Ojalá pudiera uno acallar esas voces, los miedos, los juicios, los que no vienen de otra parte más que de nosotros mismos. Esos son los peores, esos son los que carcomen por dentro, lentos, silenciosos, certeros. Solo nosotros sabemos que están allí dentro, roen mientras vas al trabajo, roen cuando saludas a los compañeros, roen al despertar cada mañana. No necesitan palabras, no necesitan que pienses en algo, no necesitas siquiera que sepas que están ahí, pero un día, un momento de debilidad y se muestran como un monstruo que ha devorado tu pecho, tu hombro, tu ojo izquierdo... cierras los ojos, respitas profundo, escuchas la voz profesional que te dice que no todo está mal, hay belleza en el mundo, ¿recuerdas que bien lo pasaste esa noche jugando? calma... respira profundo, tienes tu ojo, tu hombro, tu pecho...Volvamos a la neblina censuradora, no digas esas cosas, que injusta has sido...
Yo estoy en un momento que no me encuentro precísamente bien, intento " censurar" muchas veces estos " pensamientos" me pregunto si sirve o no de mucho.
ResponderBorrarY por "dentro", sigo sufriendo.
Y a veces quisiera apagarme del todo y dejar de existir, y no sé cuál es la solución , preferiría saber la causa y poner remedio, que aguantar y aguantar la compostura hasta que realmente me derrumbe completamente, y esté a un paso del abismo, la locura o la muerte.
Besos.
Lamento que estés pasando un mal momento también.
BorrarTe mentiría si te dijera que no he pensado en apagarme del todo... pero tengo la convicción de que hay un "algo más" al que quiero llegar. Mi miedo a no ser lo que se esperaría me ha llevado a intentar una y otra vez seguir, pero sabes? a veces hay que dejarse llevar por las tristezas, aunque sea politicamente incorrecto decirtelo. Llora, rompe cosas, no hagas nada por un día o más... no por siempre pero... escuchate, date lo que necesitas, aunque parezca sin sentido e irracional, es algo tuyo... es un consejo que espero seguir yo misma... porque escribir sin esa censura me alivia, me quita el dolor... y sé que hay mucho que no he estado haciendo porque resultaría impropio, inadecuado o feo. Pero ya me cansé de esos limites...
Gracias por tus palabras.
ResponderBorrarUn abrazo.
Entiendo tu sentir. Muchos dicen, y puede que tengan razón, que es sobre todo un sufrir por la ausencia de respuestas. Si se nos respondiera el porqué de la existencia, el sufrir, la mortalidad incluso, que tuviéramos ahora sí trazada toda la línea sin puntos no contestados, podríamos (dicen esos mismos algunos que mencioné) que lo que sea que a uno le tocara vivir sería mas soportable. Que aunque no se lograra cambiar el resultado, saber el porqué sería de ayuda. Quién sabe.
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