domingo, 28 de julio de 2013

Cartas

Me detengo. El viento mueve suavemente mi cortina y me hace recordar veranos ancestrales dónde ese movimiento a veces tenue, a veces compulsivo se convertía en un hipnótico placer para mis ojos de niño. Hoy el día es gris, pero estoy tranquilo. Quisiera dormir en tu regazo, mientras escucho el mar.
Sufro amada mía, pero estoy tranquilo. Quisiera que estuvieras aquí; las calles de Francia son encantadoras aun cuando el día es gris y el alma pesa. Pero tienen ese nostálgico vacío de ti que no logro llenar con nada. Mi corazón aún no se recupera de lo que me hiciste, pero te amo. Aún te amo y sufro infinitamente por hacerlo. ¿Dónde estarás ahora mi amada? El tedio es insoportable, la vida liviana, liviana como una pluma que cae desde lo alto del cielo... Así está mi vida ahora, tranquila pero en declive.
He superado ya las agónicas noches en que despertaba buscándote con desesperación en mi cama, he superado los llantos a gritos, las noches de copas intentando olvidarte, e incluso he sobrevivido a esos días mortíferos en que no existía nada más seductor que una bala en la cien.  Pero a este vacío de vida, a esta ausencia doliente de ti… no sé si lo consiga.
¿Recuerdas cuando me pedías ir a la playa por unos días? Pedías tan poco pequeña y  sin embargo nunca cumplí y hoy me arrepiento de haberte dejado para después, me arrepiento de haberte besado menos que todo lo que mis labios demandaban de haberte dejado sola tantas noches en invierno ¿podrás algún día perdonarme? Yo no sé si podré perdonarme a mí.
El sol ha resultado esquivo todos los días de mi estancia, siento que el cielo está triste conmigo por tu partir. Quisiera dormir ahora y despertar entre tus brazos, ver tus ojos de menta y besarte hasta que prometas nunca hacerme esto, nunca irte. No me importa que no sepas qué es el amor ¿quién lo sabe? Quédate, descúbrelo conmigo… quédate amor y abrázame no dejes que las pesadillas vengan por mí, no dejes que me convierta en el triste noctambulo que presiento, no dejes que vaya a cumplir sueños sin ti, porque este vacío es agobiante, porque este amor solitario me pesa, porque este corazón herido necesita de tus besos para sobrevivir.

Escríbeme, solo escríbeme, dame la esperanza que necesito para seguir levantándome cada mañana. Te esperare amor o viajaré contigo, estaré ahí dónde tú quieras a la hora que haga falta, pero ven amor, vuelve conmigo.

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