Como algunos sabrán soy psicóloga... me titulé hace poco y estoy en mi primer trabajo formal en una institución que brinda apoyo psicosocial y controla a jóvenes que han infringido la ley y cumplen su sanción en libertad. Yo trabajo con los que muchos en mi país quieren matar, con los que llama "lacras", con los antisociales... los alejados del centro, marginados de todo, los que roban a personas, a casas, autos, lanzas, personas armadas que van por la vida con cuchillas y pistolas "por si acaso", los que no titubearían en robar tu celular, pero serían capaces de dar la vida por sus amigos...
porque si hay algo que importa en la calle es la lealtad, la confianza, la amistad...
No mentiré. No diré que mis niños son blancas palomas... han errado, han delinquido, algunos no valoran siquiera la vida ajena... Pero conozcanlos. Conozcanlos y van a entender lo terrible que ha sido la sociedad con ellos, lo triste que es robar para existir sea económica o emocionalmente, lo triste que es la inconsciencia, no saber el valor de la vida, no ver más que enemigos por donde sea... Porque, he aquí algo que a nadie le explican... estos niños roban por cariño, para sentirse parte de un grupo que los ama como no se han sentido amados en casa sea porque no los aman o porque quienes los aman están trabajando todo el día para darles que comer... Conozcanlos y verán lo lindo que tienen, lo valorables que son y como solo necesitan más de nuestra parte para cambiar, más apoyo, más confianza, más fe...
No mentiré. Muchas veces -la mayoría de las veces- no somos suficientes, los niños reinciden, se meten en riñas, terminan en la cárcel, drogadictos, muertos... En estos casos no somos suficientes.
Hemos fallado.
Hoy fue un día triste, un chico del programa se fue... no alcancé a conocerlo mucho tiempo, pero la última vez estaba decidido a cambiar... y ahora la vida, incomprensible y trágica como es, nos lo ha arrebatado en un accidente...
Hoy en su velatorio, rodeado de amigos entre ellos un par de "mis niños", vi el llanto desconsolado de su madre, sentí su llanto en mi y lloré también... No tengo más motivo para escribir esto que sacar la tristeza que cargo ahora. En el aniversario de la muerte de mi abuela, tuve que vivir la muerte de uno de "mis niños", quizás el menos cercano, el que menos alcancé a ver... pero aún así era uno de ellos.
Y como si no fuera poco el dolor propio de la muerte, en medio de mi sufrir tuve que lidiar con la apatía de profesionales que se han acostumbrado demasiado facil a lidiar con la muerte, con los niños en la carcel, con la nueva causa de éste o de aquel...
Hemos fallado...
Solo quisiera que la próxima vez que vean un robo, un delito cualquiera... antes de juzgar (oh! que facil es juzgar que el malo es el otro!) piensen que pueden hacer para que esto se detenga... no se necesitan más cárceles, no se necesita más muerte... solo se necesita más cariño, más gente pro social preocupada del otro, del desconocido... conozcanlos! son gente buena que hace cosas malas... pero ellos no son malos. Juzguen sus actos, no a ellos... conozcanlos y entenderán que deberíamos pedir perdón de rodillas por las cosas que hemos dejado que le sucedan a estos niños, a estos jovenes... a nuestro futuro...