sábado, 12 de julio de 2014

Lourdes

Lourdes caminaba por la acera cubierta de nieve

Lourdes
            Lourdes
                        Lourdes
                                   Lourdes
                                               Lourdes
                                                           Lourdes
                                                                       Lourdes
                                                                                  Lour…

Y  justo cuando pronunció su nombre por octava vez, un perro blanco con una mancha negra en el lomo cruzó la calle para morir trágicamente atropellado al otro lado. Lourdes terminó la pronunciación de su nombre y quieta en medio de la nieve observó sin acercarse, el cadáver inerte de aquel animal antes tan vivo. 

Soy Lourdes -repitió segura- Lourdes, Lourdes...

 Lourdes, nombre de virgen y trapecista de circo, nunca se acercó al perro, nunca pensó en que fue del perro antes de morir, nunca pensó que hubiese pasado si ella hubiese sido aquel perro, ni que hubiese sido de aquel perro si él hubiese sido ella. Lourdes nunca piensa en esas cosas porque está ocupada repitiendo su nombre mentalmente para alejarse de aquel mundo tan hiriente y frío.

Lourdes
 Lourdes
 Lourdes...

Continuó caminando por la misma acera, repitiendo su nombre infinitamente, rodeada de un halo nebuloso que no la dejaba ver. Allí estaba Lourdes, caminando como siempre a un lugar más que conocido a encontrarse con los seres habituales, para para fingir sonrisas sinceras y miradas interesadas, para coquetear con quien no sabía y acabar en la cama con otro que se pareciera a ella, con otro a quien llamar Lourdes mientras arañaba por la espalda y se hundía en sí misma

¡Lourdes!
¡Lourdes!
¡Lourdes!

Tendida en la oscuridad de un sueño lejano Lourdes recibe las caricias noctambulas de un cuerpo que le resulta ajeno, entonces súbitamente cesa la repetición mental de su nombre y es brutalmente expulsada de ese cálido rincón en su mente. 

Se incorpora rápidamente y ve a su lado a un otro que ya no es Lourdes.
Se asusta.
Recuerda el perro que vio morir por la mañana. 
Llora.
Intenta en vano recordar su propio nombre y volver hacia dentro mas no lo consigue. Desespera. 

Lourdes se levanta angustiada de la cama, se asoma al balcón perpleja. ¿Quiénes están tras todas esas luces? ¿Quién es ese cuerpo que la acompaña? ¿Morirán todos alguna vez como el perro de la mañana? ¿Es todo el mundo esa finitud?

Lourdes recuerda su nombre, se aleja del mundo, vuelve hacia adentro. Besa al hombre desconocido que la acompaña duerme soñando que nada existe. Ni siquiera ella.

Lourdes...
Lourd...
Lou...
Lo…
L...
...



miércoles, 2 de julio de 2014

Muerte pasajera

Ayer estuve muerta por 24 horas. Aún no se lo he contado a nadie porque nadie me va a creer, pensé contárselo a Alfredo, pero él es tan concreto como una pared y jamás va a entender que uno se puede morir 24 horas y despertar vivo después. Él cree mucho en unos seres que dicen saberlo todo; "Cien-ti-fi-cos" me dice y siempre repite "es científicamente imposible que bla bla bla”. Con eso de los científicos ya no podemos hablar mucho, no sé en qué momento se hizo un adulto lleno de -como dice él- “conocimientos”.

Bueno el punto es que me morí y aun no logro compartir la experiencia con nadie, porque no sé quién me pueda creer. Tengo ya 24 años y aunque nunca entendí como alguien puede creer que lo "científico" lo es todo, si logre entrar en ese juego y una de las reglas científicas es que lo que no es explicable no existe. Eso me dijo Alfredo cuando le dije que había visto un color que nunca antes había visto y como no se lo pude explicar me dijo que estaba loca... Ahora creo que él está loco porque siempre ha pensado que uno se muere una sola vez en la vida, hasta yo lo había pensado, pero uno no sabe qué tan equivocado puede estar hasta que descubre una de esas cosas "científicamente imposibles".

            Prosigo, mi muerte pasó ayer, duró 24 horas, desde las 9:00 am hasta las 9:00 am de hoy. Supe que estaba muerta cuando me desperté -o creí hacerlo- y no sentí mis células, y luego no tuve ganas de hacer nada. Me levante y me bañé –o creí hacerlo- y vi como a cada paso dejaba una estela como de muerte. Era extraño no sentirse a una misma... me bañe porque era costumbre, pero ahora que lo pienso no sé si me bañé o pensé que me bañaba porque no recuerdo haber sentido que me bañaba, aunque eso puede ser porque quizás los muertos no sienten nada. Después del acto o pensamiento de bañarme estuve totalmente segura de que estaba muerta; no tenia animo ni de respirar ni de estar con los ojos abiertos. "Es depresión" -me dijo la voz de mi tía en la cabeza- pero yo decidí que era muerte porque la muerte debía sentirse como esa ausencia de vida que sentía yo. Como estaba muerta y a los muertos yo siempre los he visto recostados en un ataúd yo me fui a recostar a mi cama, que era lo más cercano que tenía, allí en posición horizontal me asumí muerta y estuve el resto del tiempo así… a veces me caían lagrimas porque tenía pena -creo que fue esa pena la que me rompió el corazón y me mató- pero el resto del tiempo solo estaba allí muerta…

Hoy día a las 9 de la mañana me desperté, el sol brillaba y hacia calorcito, nada que ver con esos días de invierno cuyo frio me recuerda que estoy solita. Hoy me levante y me di cuenta que estaba viva de nuevo y me sentí feliz porque estaba viva, me hice un desayuno súper rico y me bañé harto rato pensando en mi muerte y mi nueva vida. Creo que después de todo si se lo voy a contar a Alfredo porque aunque es científico y me va a decir que estoy loca, me encanta esa forma medio paterno-amistosa en que me hace cariño en el pelo cuando me dice que estoy loca.




lunes, 23 de junio de 2014

Ayer, en un momento de lucidez me di cuenta del magnífico momento que vivo;
te he perdido,
                     tengo el alma a pedazos,
                                                          estoy cansada,
                                                                                 te sigo amando...
                                                                                                           el mundo se cae
                                                                                                                                    y a pesar de todo...

eso está bien. 

No, no estaba lista para estar contigo porque en realidad nunca estuve lista para estar con nadie. Porque en realidad tengo muchas heridas que ni yo misma he querido ver... porque aun lloro por cosas que pasaron hace mil siglos y porque recién ahora puedo preocuparme de mí de nuevo... 


sábado, 21 de junio de 2014

Cuándo fue la última vez que estuve sola?

Sola de verdad, sola sin la lucecita tintineante de skype, sin las notificaciones de facebook y tumblr, sin las vibraciones de whatsapp y los mensajes de texto, sola sin las llamadas... Sola sin pensar que al otro lado de una pantalla hay alguien más... ¿Cuando fue?

Lo he olvidado
He olvidado como se sentía mi soledad.
Me gustaba tanto estar a solas con mi mente, entre divagaciones, irracionalidades y locuras... me gustaba tanto pensar de más en cosas que no fueran problemas del corazón y angustia existencial. ¿Qué fue de esos días? ¿Por qué los dejé ir? ¿En qué momento estar conmigo misma se hizo tan pesado?
¿Qué intento evadir?

Los amores imposibles, soñarme sola de por vida, verte pasar en cada esquina, llorar, llorar y llorar...
No sé que quiero ser, solo sé que estoy sola y no quiero estarlo... pero quizás este es mi destino. Amarme porque soy lo único que tengo y lo único que me soporta...

Ay! en que carga me he convertido!


viernes, 20 de junio de 2014

y ahora qué?

¿Qué quiero de la vida? ¿Qué espero conseguir ahora?

No sé bien qué es este camino que voy pisando. Estoy desprovista de certidumbres y desconfiada de todo lo que alguna vez creí; si no es el amor lo que mueve al mundo ¿entonces qué es? ¿Cómo sabré que lo que vivo es real y no el engaño de una mente cobarde y mi ilusión ciega?

El dolor comienza a penetrar mi piel, mis músculos, mis nervios, mis huesos...
El dolor se va haciendo un camino de llantos a través de mí
No quiero saber que pasará cuando llegue al fondo de mi alma y plante su semilla ahí

¿Quién seré?

¿Es esta la vida?
¿Es esto crecer?

He envejecido mil siglos desde que murió mi última fe.
La incertidumbre me abraza y desdibuja el rostro de todo lo que una vez amé
Tiemblo
             Me angustio
                                 Me  lloro
                                                   Me muero


¿Que puedo hacer?

Mi dios me ha dado una vida de mil colores y destierros...
Tu me has dado la imagen de quien espero nunca ser;
cobardía escondida tras palabras añejas y huidas nocturnas de amores palpitantes.

No quiero ser como tu, no quiero. Y aunque requiera desgarrarme el alma a arañazos no seré la imagen burda que otros me imponen...



Quiero ser como soy
Vivir los mil colores
Sufrir los mil destierros
y viajar...
               viajar muy lejos

lunes, 9 de junio de 2014

lunes, 26 de mayo de 2014

Viaje

Miro por la ventana mientras siento mi dolor...
Veo el sol y siento el frío en todas partes.
No estás.
Lo sé
No entiendo

Los árboles avanzan borrosos hacia atrás...
Así pasa mi vida nostálgica ante mi
Quisiera volver a cuando no tuve nada
Y no sabía lo que ahora perdí

Comienzo a aprenderme el rostro de la gente
Giro mis ojos cada vez más adentro

Mi corazón tiembla
Soy lamento

miércoles, 21 de mayo de 2014

Ella me entendió o fingió hacerlo
¿Es todo esto una situación difícil?
Me miró a los ojos
y sus pupilas gritaron mi culpa

Lloré

Ella es linda y ajena
¿Por qué te has hecho esto?
¿Cómo has podido?

Ella es fría
No lo entiende



miércoles, 14 de mayo de 2014

Me gustaría poder explicarte lo difícil que me resulta hablar... Hablar y que me escuchen... Hablar y escuchar mi voz... Es como si al habl...