Ayer estuve muerta por 24 horas. Aún
no se lo he contado a nadie porque nadie me va a creer, pensé contárselo a
Alfredo, pero él es tan concreto como una pared y jamás va a entender que uno
se puede morir 24 horas y despertar vivo después. Él cree mucho en unos seres
que dicen saberlo todo; "Cien-ti-fi-cos" me dice y siempre repite
"es científicamente imposible que bla bla bla”. Con eso de los científicos
ya no podemos hablar mucho, no sé en qué momento se hizo un adulto lleno de
-como dice él- “conocimientos”.
Bueno el punto es que me morí y aun no
logro compartir la experiencia con nadie, porque no sé quién me pueda creer. Tengo
ya 24 años y aunque nunca entendí como alguien puede creer que lo "científico"
lo es todo, si logre entrar en ese juego y una de las reglas científicas es que
lo que no es explicable no existe. Eso me dijo Alfredo cuando le dije que había
visto un color que nunca antes había visto y como no se lo pude explicar me
dijo que estaba loca... Ahora creo que él está loco porque siempre ha pensado
que uno se muere una sola vez en la vida, hasta yo lo había pensado, pero uno
no sabe qué tan equivocado puede estar hasta que descubre una de esas cosas
"científicamente imposibles".
Prosigo, mi muerte pasó ayer, duró 24 horas, desde las 9:00 am hasta las 9:00
am de hoy. Supe que estaba muerta cuando me desperté -o creí hacerlo- y no
sentí mis células, y luego no tuve ganas de hacer nada. Me levante y me bañé –o
creí hacerlo- y vi como a cada paso dejaba una estela como de muerte. Era
extraño no sentirse a una misma... me bañe porque era costumbre, pero ahora que
lo pienso no sé si me bañé o pensé que me bañaba porque no recuerdo haber
sentido que me bañaba, aunque eso puede ser porque quizás los muertos no
sienten nada. Después del acto o pensamiento de bañarme estuve totalmente
segura de que estaba muerta; no tenia animo ni de respirar ni de estar con los
ojos abiertos. "Es depresión" -me dijo la voz de mi tía en la cabeza-
pero yo decidí que era muerte porque la muerte debía sentirse como esa ausencia
de vida que sentía yo. Como estaba muerta y a los muertos yo siempre los he
visto recostados en un ataúd yo me fui a recostar a mi cama, que era lo más
cercano que tenía, allí en posición horizontal me asumí muerta y estuve el
resto del tiempo así… a veces me caían lagrimas porque tenía pena -creo que fue
esa pena la que me rompió el corazón y me mató- pero el resto del tiempo solo
estaba allí muerta…
Hoy día a las 9 de la mañana me
desperté, el sol brillaba y hacia calorcito, nada que ver con esos días de
invierno cuyo frio me recuerda que estoy solita. Hoy me levante y me di cuenta
que estaba viva de nuevo y me sentí feliz porque estaba viva, me hice un
desayuno súper rico y me bañé harto rato pensando en mi muerte y mi nueva vida.
Creo que después de todo si se lo voy a contar a Alfredo porque aunque es científico
y me va a decir que estoy loca, me encanta esa forma medio paterno-amistosa en
que me hace cariño en el pelo cuando me dice que estoy loca.








