Ayer estuve muerta por 24 horas. Aún
no se lo he contado a nadie porque nadie me va a creer, pensé contárselo a
Alfredo, pero él es tan concreto como una pared y jamás va a entender que uno
se puede morir 24 horas y despertar vivo después. Él cree mucho en unos seres
que dicen saberlo todo; "Cien-ti-fi-cos" me dice y siempre repite
"es científicamente imposible que bla bla bla”. Con eso de los científicos
ya no podemos hablar mucho, no sé en qué momento se hizo un adulto lleno de
-como dice él- “conocimientos”.
Bueno el punto es que me morí y aun no
logro compartir la experiencia con nadie, porque no sé quién me pueda creer. Tengo
ya 24 años y aunque nunca entendí como alguien puede creer que lo "científico"
lo es todo, si logre entrar en ese juego y una de las reglas científicas es que
lo que no es explicable no existe. Eso me dijo Alfredo cuando le dije que había
visto un color que nunca antes había visto y como no se lo pude explicar me
dijo que estaba loca... Ahora creo que él está loco porque siempre ha pensado
que uno se muere una sola vez en la vida, hasta yo lo había pensado, pero uno
no sabe qué tan equivocado puede estar hasta que descubre una de esas cosas
"científicamente imposibles".

Hoy día a las 9 de la mañana me
desperté, el sol brillaba y hacia calorcito, nada que ver con esos días de
invierno cuyo frio me recuerda que estoy solita. Hoy me levante y me di cuenta
que estaba viva de nuevo y me sentí feliz porque estaba viva, me hice un
desayuno súper rico y me bañé harto rato pensando en mi muerte y mi nueva vida.
Creo que después de todo si se lo voy a contar a Alfredo porque aunque es científico
y me va a decir que estoy loca, me encanta esa forma medio paterno-amistosa en
que me hace cariño en el pelo cuando me dice que estoy loca.